Pautas
de la OMS respecto al uso preventivo de antirretrovíricos por personas
VIH-negativas con alto riesgo de infectarse
Las primeras pautas para los países que
han tomado la desición de otorgar antirretrovíricos, para proteger a las
personas que no están infectadas pero que tienen un riesgo elevado de
infectarse han sido dadas por La Organización Mundial de la Salud (OMS).
Profilaxis del VIH
anterior a la exposición
Las pautas están basadas en resultados de
ensayos clínicos que indican que la administración a personas VIH-negativas de
una dosis diaria de un antirretrovírico oral (método denominado «profilaxis
anterior a la exposición») para reducir el riesgo de infección es segura y
eficaz para prevenir la infección. El estudio iPrEX ha demostrado que dicha
profilaxis puede reducir en un 40% la infección por el VIH en los hombres que
tienen relaciones homosexuales, y hasta en un 73% en los que toman el
medicamento regularmente. El estudio llamado Partners PrEP observó una
protección del 75% en parejas discordantes (en las que uno de los miembros es
VIH-positivo) en Kenya y Uganda.
Los resultados de estos estudios ponen de relieve los
posibles beneficios de la profilaxis anterior a la exposición y también la
importancia de combinarla con el uso regular del condón, además de las pruebas
frecuentes para detectar la infección por el VIH, la orientación y el
tratamiento de las enfermedades de transmisión sexual. También subrayan la
importancia de tomar los medicamentos todos los días. Muchas personas que
tienen un riesgo elevado de contraer la infección por el VIH tal vez no puedan
adoptar fácilmente la pauta rigurosa necesaria, de manera que ahora habrá que
determinar la mejor manera de ofrecerla en la la práctica logrando la debida
adherencia al tratamiento para obtener los mayores beneficios desde el punto de
vista de la salud pública.
Programa combinado
de prevención de la infección por el VIH
Para que se entienda mejor la forma en que
la profilaxis anterior a la exposición puede formar parte de un programa
combinado de prevención de la infección por el VIH, la OMS alienta a los países
que deseen empezar a utilizarla a que pongan en práctica proyectos pequeños con
la finalidad de ayudar al personal sanitario a entenderla mejor y apreciar sus
posibles beneficios. En dichos proyectos, los antirretrovíricos se administrarían
a personas con un riesgo elevado de contraer la infección por el VIH, como son
los hombres que tienen relaciones homosexuales o las mujeres transgénero que
tienen relaciones con hombres que probablemente sean VIH-positivos. El objetivo
que se persigue es determinar cuáles grupos se beneficiarían más de la
profilaxis y la mejor forma de brindarles servicios. La OMS evaluará los
resultados de estos proyectos y los datos de investigación que vayan
apareciendo. Los resultados ayudarán a decidir la mejor manera de integrar las
orientaciones sobre la profilaxis anterior a la exposición en las futuras
directrices de la OMS acerca del uso de antirretrovíricos para prevenir y
tratar la infección por el VIH, cuya publicación está prevista para el verano
de 2013.
Nuevas
orientaciones
Las orientaciones dadas a conocer hoy
recomiendan que los proyectos mencionados presten atención especial a lo
siguiente:
ü Comprobar que las personas que quieren recibir la
profilaxis anterior a la exposición sean en verdad VIH-negativas, para evitar
la aparición de farmacorresistencia.
ü Alentar a las personas que reciban la profilaxis a que
sigan usando el condón.
ü Descartar que los candidatos a recibir la profilaxis
padezcan problemas que contraindiquen los antirretrovíricos (por ejemplo,
enfermedades de los riñones o de los huesos).
ü Estar muy atentos a la aparición de eventos
farmacológicos adversos.
ü Ayudar a las personas que reciben la profilaxis a
tomar a diario el medicamento.
ü Asegurarse de que las personas que reciben la
profilaxis tengan acceso al suministro ininterrumpido del medicamento en un horario
y un lugar de fácil acceso.
ü Someter regularmente a las pruebas de infección por el
VIH a las personas que estén tomando la profilaxis y, si están infectadas,
descartar cualquier signo de farmacorresistencia.
ü Velar por que quienes dejen de tomar la profilaxis
tengan acceso continuo a los servicios de prevención de la infección por el
VIH.
ü Reunir información sobre la relación costo-beneficio
de la profilaxis a fin de ayudar a los países a tomar decisiones sobre la mejor
manera de asignar sus limitados recursos, especialmente en los lugares donde no
reciben tratamiento contra la infección por el VIH todas las personas que lo
necesitan.