miércoles, 26 de junio de 2013

Los científicos ya hablan de la erradicación del sida.

Treinta años después de que un equipo del Instituto francés Pasteur descubriera el VIH, los grandes expertos en la investigación sobre el sida hablan abiertamente de una erradicación futura de la enfermedad.
"Quizá estamos un poco locos, pero esperamos tener una vacuna preventiva de aquí a tres, cuatro, cinco, seis o siete años", dijo el estadounidense Robert Gallo, el investigador de virología que, en 1984, confirmó el descubrimiento del virus realizado por el equipo de Luc Montagnier un año antes. Sus declaraciones se escucharon en el marco del simposio internacional "30 años de ciencia del VIH, imagina el futuro", que se celebró recientemente en París.
"Hicimos grandes progresos en los anticuerpos que atacan a las proteínas de la cubierta exterior del virus (...). Hicimos tantos progresos en este ámbito que nos da esperanzas", explicó.
La historia
En 1983 un equipo de científicos del Instituto Pasteur de París, liderado por Luc Montagnier, identificó lo que sería uno de los mayores descubrimientos de las últimas décadas del siglo XX: el virus VIH causante del SIDA.
Durante estas últimas tres décadas se realizaron muchas investigaciones con el objetivo de desarrollar una vacuna. Todas, hasta ahora, arrojaron resultados decepcionantes. Jean-François Delfraissy, director de la Agencia Nacional de Investigación sobre el Sida (ANRS, Francia) consideró que el momento crucial para la erradicación del virus del SIDA "es ahora". "Las grandes agencias de investigación están en ello y tienen las primeras pistas, en particular en Francia, con los casos algo excepcionales de pacientes tratados muy pronto después de la infección y que actualmente son capaces de vivir sin tratamiento", señaló el especialista.
El mes de la paz
En todo el mundo, junio está dedicado al "Mes de la Paz frente al Sida". Distintas organizaciones de lucha contra el VIH iniciaron campañas de prevención y concientización sobre la pandemia.
El origen del Día internacional de la Paz frente al Sida, que se celebra cada 27 de junio, tiene el objetivo de recordarle al mundo la necesidad de aunar esfuerzos para detener el Sida. En esa fecha, hace 12 años, se sancionaba en Nueva York, la Declaración de Naciones Unidas sobre Sida (UNGASS), por la cual el Vih/Sida pasó a ser considerado una emergencia global.
En nuestro país, la situación que más preocupa entorno al sida es la feminización de la enfermedad: en los últimos 20 años creció 40 veces el registro de mujeres con VIH/sida en comparación con el número de varones infectados, según datos del Ministerio de Salud de la Nación.
En 1987, cuando se notificó la primera mujer con sida, había 92 hombres registrados con la misma enfermedad. Dos décadas después, de acuerdo a las cifras oficiales, por cada 2,4 hombres con sida hay una mujer infectada. Actualmente, en el país las chicas de entre 15 y 24 años se infectan más que los hombres.
Según los expertos, hay varios motivos que favorecen a esta tendencia, principalmente razones culturales y biológicas. Hoy se sabe que muchas mujeres con VIH fueron infectadas por sus maridos, concubinos o novios. Ellas no se protegían porque no se consideraban en peligro.
Desde el punto de vista anatómico, la mujer tiene más riesgos de adquirir el virus. Esto se debe a la mayor fragilidad de la mucosa genital femenina. En las jóvenes adolescentes, el peligro es mayor.
El principal medio de contagio del VIH son las relaciones sexuales sin protección. En la Argentina, el 87% de los nuevos casos en mujeres se debió a esta vía. Por eso, hasta ahora, el mejor método de prevención sigue siendo el uso de preservativo, resumen los expertos.


La carga viral comunitaria no es un buen indicador de la capacidad de infección o la incidencia de VIH en la población

La carga viral comunitaria no es un buen indicador de la capacidad de infección o la incidencia de VIH en la población

Los expertos sugieren que la proporción de personas con viremia detectable podría suponer un parámetro más adecuado a tal efecto
Miguel Vázquez - 10/06/2013
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Un equipo de investigadores de EE UU ha efectuado un estudio crítico sobre el uso del concepto de “carga viral comunitaria” como indicador del éxito del tratamiento antirretroviral como prevención, especialmente como medida de la capacidad de infección promedio de las personas con VIH. Según estos autores, el concepto de carga viral comunitaria tiende a minusvalorar la proporción de personas con cargas virales elevadas y, además, su traducción en las tasas reales de nuevas infecciones (incidencia) depende, en gran medida, del número general de personas con VIH en la población (prevalencia).
Diversos estudios han empleado la carga viral comunitaria (a partir de los datos de carga viral de las clínicas) como medida del grado en el que los servicios de realización de pruebas del VIH y el uso del tratamiento afectan a la viremia media en la población con VIH. En diferentes ensayos se observó una relación estadística entre los descensos en la carga viral comunitaria y la reducción del número de nuevos diagnósticos del VIH. Este dato ha sido utilizado como prueba del éxito del uso de la terapia antirretroviral en la disminución de laincidencia del VIH dentro de la comunidad (un concepto conocido como “tratamiento como prevención”). No obstante, los autores de este trabajo ponen objeciones acerca del uso de la carga viral comunitaria y ponen en duda su capacidad para predecir o hacer un seguimiento de los descensos de la incidencia.
El primer problema que señalan al respecto es que, a pesar de que algunos de los estudios que han utilizado el mencionado concepto de carga viral comunitaria han intentado incluir una estimación de la viremia en personas no diagnosticadas, la validez de dicha estimación depende de que la carga viral de las personas diagnosticadas esté relacionada en cierto grado con la carga viral en la comunidad.
Sin embargo, es posible que las personas no diagnosticadas, o las que sí lo han sido, pero no reciben atención médica, tengan unas características sociodemográficas muy diferentes de las que presentan las personas que sí cuentan con un diagnóstico de VIH, como ser más jóvenes, o existir una mayor proporción de mujeres o personas heterosexuales, y también pueden presentar diferencias en cuanto a su carga viral y recuento de CD4.
Al tener en cuenta las personas no diagnosticadas y las que no han seguido en atención, los autores calculan que la “verdadera” carga viral comunitaria en un entorno típico de EE UU puede ser hasta el doble que la determinada a partir de los resultados de pruebas en hospitales. Incluso en el mejor caso posible, en una ciudad como San Francisco donde las tasas de diagnóstico y de personas que no abandonan la atención médica son elevadas, se estima que la carga viral comunitaria podría estar infravalorada en un 15%.
Además, tampoco se está teniendo presente que los niveles más elevados de carga viral -en cualquier grupo de personas con VIH- se registran en las personas que acaban de adquirir el virus, que a su vez son de las que menos probabilidades tienen de recibir un diagnóstico. Así, los autores hacen referencia a un estudio africano que concluye que el 38% de las infecciones procedían de personas que acababan de contraer el VIH. Existen mecanismos para calcular el porcentaje aproximado de personas diagnosticadas con cargas virales altas, pero en general suelen tener unos márgenes de incertidumbre bastante amplios y el coste de detectar las infecciones por VIH en fase más aguda resultaría prohibitivo.
Por otro lado, la carga viral comunitaria por sí misma no tiene demasiado sentido a menos que se considere también la prevalencia del VIH. Si tenemos dos poblaciones donde, en un caso, el 5% de las personas tiene VIH y, en el otro, un 0,1%, aunque la carga viral comunitaria de las personas con VIH fuera la misma, la posibilidad de encontrarse al azar con una persona con VIH con capacidad de infección sería 50 veces mayor en un caso que en otro. Por este motivo, resulta muy complicado reducir la tasa de nuevas infecciones (incidencia) en grupos de población donde existe una prevalencia muy elevada.
Incluso en poblaciones que presenten tasas relativamente bajas de personas que se encuentren en fase de infección aguda, el modo en que estén distribuidas las cargas virales puede suponer una gran diferencia en cuanto al número de transmisiones que se produzcan. Los autores ponen el ejemplo de dos grupos compuestos por diez personas. Cada grupo tiene un promedio de carga viral comunitaria de 10.000 copias/mL, pero en uno de los grupos todas las personas tienen un nivel de carga viral en torno a ese valor, mientras que en el otro, nueve personas tienen un nivel indetectable y la décima tiene una carga viral de 100.000 copias/mL. En este modelo propuesto, se observa que, en el primer grupo, aunque el patrón de conductas de riesgo (quién adopta riesgos y quién adopta conductas sexuales más seguras) puede variar, no se producirán muchas diferencias en la “capacidad de infección” general del grupo. Con todo, en el segundo conjunto de personas, la “capacidad de infección” general depende, en gran medida, de si la persona que posee una carga viral elevada adopta conductas de riesgo o tiende a practicar relaciones sexuales seguras.
Por último, los autores destacan que es imposible atribuir con certeza un cambio en un grupo (incidencia del VIH) a los cambios en los componentes de ese grupo (reducciones en la carga viral).
Por poner un ejemplo: en uno de los estudios realizados en la Columbia Británica se apreció una sólida correlación entre el descenso de diagnósticos en personas usuarias de drogas inyectables y la proporción de ellas que estaban en tratamiento (lo que se traduce, consecuentemente, en una menor carga viral comunitaria en este grupo). Sin embargo, tal y como señalan los autores, las mejoras en el acceso a la terapia antirretroviral podrían acompañarse por una mejora en el acceso a programas de materiales de inyección y metadona. O la relación podría ser menos directa: la mejora en el acceso a antirretrovirales podría también permitir poner a las personas en contacto con otros servicios de apoyo que les permitan manejar sus comportamientos de riesgo. La carga viral y las infecciones por VIH pueden no estar relacionadas de forma directa, pero ambas podrían depender de un tercer factor, por lo que un aumento en la proporción de personas en tratamiento (factor A) y una reducción del comportamiento de riesgo (factor B) podrían deberse a un proceso de envejecimiento de una población que sería más propensa a recibir atención médica y a mantener menos relaciones sexuales ocasionales.
Por último, los autores recomiendan que, en lugar de utilizar la carga viral media en una población, una mejor herramienta para predecir la incidencia del VIH en los modelos matemáticos sería emplear la proporción de personas en la población completa que tienen cargas virales por encima del límite de detección, o por encima de un umbral determinado, como por ejemplo, 1.000 copias/mL. Con esto, se tendría en cuenta la prevalencia del VIH y, además, como pocas personas de las que no reciben atención médica tendrán cargas virales bajas, sería casi un marcador subrogado de la proporción de personas que reciben atención y del nivel de retención en el cuidado médico. En cualquier caso, sigue dependiendo de unas estimaciones precisas de la proporción de personas que no están diagnosticadas.
Fuente: Aidsmap.
Referencia: Miller WC, Powers KA, Smith MK and Cohen MS. Community viral load as a measure for assessment of HIV treatment as prevention. 
The Lancet Infectious Diseases. 2013; 13: 459-464.

viernes, 14 de junio de 2013

PREVENCION EN VIHSIDA SIGUE SIENDO PRIORIDAD EN EL PLAN ESTRATÈGICO DE CÀTEDRA DE LA PAZ

PREVENCION EN VIHSIDA SIGUE SIENDO PRIORIDAD EN EL PLAN ESTRATÈGICO DE CÀTEDRA DE LA PAZ
La prevención y educación sigue siendo prioridad para los y las participantes de los Estados Mèrida, Trujillo, Táchira, Zulia, Barinas, Caracas quienes participaron activamente en la Asamblea de Ciudadanos y Ciudadanas reunidos en la ciudad de Mèrida, este fin de semana, donde se realizó la Asamblea Coordinadora de la Asociación Civil Càtedra de la Paz y Derechos Humanos Mons. Oscar Arnulfo Romero para visualizar su plan estratégico para los próximos años.
La experticia alcanzada en el Estado Mèrida en VIH/SIDA así como en otros Estados Andinos por la Cátedra de la Paz, acentuándose en los nuevos insumos que proporciona la Guía Nacional para la Prevención del VIH, SIDA e ITS, al tener como eje estratégico la promoción y prevención en todo el desarrollo de las acciones que emprendemos desde las acciones generadas de los proyectos Educadores Juveniles, Previniendo Contigo, Prevenblogs Juveniles, Red Juvenil Cultura de Paz y VIHSIDA, Mujeres Líderezas en VIHSIDA, entre otros, al querer reducir los riesgos de transmisión del VIH y otras ITS en los y las adolescentes y jóvenes aumentado los conocimientos sobre la prevención del VIH y SIDA y otras ITS, es la línea estratégica que se resalta en todo el análisis que se ha hecho en esta Asamblea, en el tema de la Salud Sexual y Reproductiva, indico Diana Lobo, promotora educativa quien tiene la responsabilidad de acompañar estas iniciativas.
Para su presidente, el politólogo Walter Trejo Urquiola, nuestra Asamblea Coordinadora de Miembros es la máxima instancia de decisión y control que estable las políticas y normas, así como la administración de la Asociación, y esta integrada por los miembros de la Junta Directiva y los responsables de programas y proyectos, así como voluntarios, beneficiarios, que nos reunimos razón de las necesidades de cada año.
En esta oportunidad, la Asamblea de Ciudadanos y Ciudadanas que asumen este espacio de direccionalidad de la Asociación Civil Cátedra de la Paz realizaron un taller de visualización estratégica a cargo del Magister, el abogado Francisco Martínez, proveniente de Caracas, quien logro de forma proactiva que todos y todas aportaran sus ideas, sugerencias, propuestas para mejorar la acción colectiva de la Cátedra de la Paz en todos sus programas y proyectos a favor de la Cultura de Paz.
Del análisis de lo realizado en 2010 a 2013, el plenario de esta Asamblea Coordinadora resalta los aportes de los y las educadores juveniles y promotores en el tema en cada Estado, por lo cual, en los venideros años, seguirá fortaleciendo el papel de estos en todas las áreas de la Cátedra de la Paz dentro de la normativa interna vigente.
Culmino Walter Trejo diciendo que se sentía satisfecho porque tenemos más de 25 personas que decidieron estar como ciudadanos y ciudadanas en esta Asamblea Coordinador, las decisiones aquí aprobadas son de carácter obligatorio para todos los miembros de la Asociación, y que nos permitirá construir el plan estratégico 2014-2017 para seguir fortaleciendo la sociedad civil en Cultura de Paz y Derechos Humanos.

lunes, 3 de junio de 2013

VIH - Sida en Uruguay: 40 % de los diagosticos son tardíos

Según una estimación oficial existen alrededor de 16.000 infectados con VIH en el país, siendo 4.000 las personas que reciben un tratamiento antirretroviral, informó Alberto Stella, integrante de ONU Sida. A su vez, son cerca de 2.400 las personas en situación crítica de la enfermedad que no se tratan.

El emisario de la ONU destacó el vinculo de esta infección con la pobreza, el no acceso a los servicios de salud, el consumo de drogas y las relaciones sexuales ocasionales. Mientras que alertó sobre la mayor prevalencia de la enfermedad entre las personas privadas de libertad, exhortando a mejorar las condiciones de reclusión para evitar una mayor cantidad de infectados que luego inevitablemente saldrán a la sociedad.

De acuerdo a estudios realizados hace algunos años, los enfermos de VIH eran cerca de un 2 % en las cárceles uruguayas, subiendo la cifra al 5 % si se analizaba la población femenina. Por otra parte, criticó las cifras de diagnostico tardío de la enfermedad que existe en Uruguay, señalando que el inicio temprano del tratamiento logra evitar la muerte en los pacientes y disminuir la posibilidad de contagio.

El experto entregó algunas cifras impactantes a nivel mundial sobre la enfermedad que reflejan que existen actualmente 34 millones de personas que viven con VIH, sumándose cada 2,5 millones de nuevos casos, lo que constituye una infección diaria de 7 mil personas. Además, desde los comienzos de la enfermedad los infectados ya son más de 60 millones a nivel mundial y cerca de 30 millones perdieron su vida a causa del VIH.

Montevideo, Uruguay
UNoticias
MDS

El VIH continúa replicándose pese a la medicación

Un grupo de investigadores ha confirmado la presencia de mínimas cantidades de virus activos que continúan infectando nuevas células en pacientes seropositivos, aunque estén bajo tratamiento aparentemente eficaz. El estudio, publicado en el Journal of AIDS, describe cómo optimizar el tratamiento en el 30% de personas que aún presentan niveles detectables de replicación viral.
El Instituto de Investigación del Sida IrsiCaixa lidera un nuevo estudio que cierra una controversia mundial sobre por qué los tratamientos antirretrovirales no permiten curar la infección por VIH.
El trabajo confirma la presencia de mínimas cantidades devirus activos que continúan infectando nuevas células en un 30% de pacientes seropositivos, a pesar de que estén bajo tratamiento aparentemente eficaz.
Por ello, la investigación publicada hoy en el Journal of AIDS (JAIDS) tiene serias implicaciones clínicas. Además, aporta pautas para reorientar el diseño de nuevas estrategias terapéuticas que nos permitan avanzar hacia la erradicación del VIH.
Por un lado, se describe cómo optimizar el tratamiento en ese 30% de pacientes que todavía presentan niveles considerables de replicación viral, a base de añadir un fármaco adicional. Por otro, propone cómo se podrían mejorar algunos ensayos clínicos de erradicación combinados con vacuna que se están llevando a cabo actualmente.
Es sabido que las personas con infección por VIH tienen el sistema inmunitario más activado que las personas sanas y que esta activación se reduce pero no se normaliza completamente con el tratamiento antirretroviral.
De hecho, en 2010 los mismos expertos ya demostraron que la presencia de replicación de mínimas cantidades de virus activo se asocia con una mayor activación del sistema inmunitario y que la adición de un nuevo fármaco reduce sensiblemente estas alteraciones.
Para los autores, "se confirma así que la intensificación de los tratamientos es una estrategia efectiva para reducir los niveles de replicación viral y mejorar el estado del sistema inmunitario".
¿Por qué aumentan los niveles de replicación?
En el nuevo ensayo clínico participaron 69 pacientes de los hospitales universitarios Germans Trias i Pujol, Sant Pau y Clínic de Barcelona, que seguían terapia antirretroviral y a los cuales no se les había detectado presencia de virus en sangre durante una media de cinco años.
Se les intensificó el tratamiento añadiendo un nuevo medicamento denominado Raltegravir, que actúa bloqueando el ciclo de infección del virus, concretamente en la etapa en la cual el ADN viral se integra en el ADN de la célula infectada.
Con esta nueva medicación, los autores pudieron aplicar una sofisticada técnica de detección de la presencia de VIH. La técnica mide el ADN viral circular que se produce cuando el Raltegravir bloquea la integración del ADN viral en el ADN humano y es más sensible que la que se llevaba a cabo de manera rutinaria.
El estudio actual ha analizado de nuevo los niveles de activación del sistema inmunitario en pacientes 12 semanas después de suspender la intensificación del tratamiento. Los resultados demuestran que el sistema inmunitario se vuelve a activar y que, por lo tanto, los niveles de replicación de virus vuelven a subir.
Para los expertos, esto indica que la adición de un nuevo fármaco puede mejorar el estado del sistema inmunitario en algunos pacientes, pero que esta mejora se pierde al retirar el fármaco.
"Identificar a los pacientes que pueden mejorar con una nueva combinación de fármacos será útil para evitar las consecuencias de la replicación viral residual y mejorar su respuesta al tratamiento, impidiendo la generación de nuevas células infectadas y facilitando una futura erradicación, cuando esta sea posible", apuntan.
Hacia la erradicación del VIH
Una de las vías para conseguir eliminar el VIH es buscar estrategias terapéuticas curativas que permitan dejar de administrar los medicamentos después de un cierto tiempo de terapia sin que por ello reaparezca el virus en sangre.
Según afirma Bonaventura Clotet, director de IrsiCaixa, "no podremos erradicar el VIH hasta que no estemos seguros de que somos capaces de bloquear estas mínimas cantidades de virus activos que continúan replicando. Estos nuevos resultados permitirán reorientar las estrategias de tratamiento hacia la erradicación viral y, por lo tanto, hacia la curación del sida".
Pero los investigadores saben que bloquear la replicación viral no será suficiente. Por eso también buscan estrategias que permitan eliminar del cuerpo algunas células en las que el VIH permanece 'dormido', o en estado latente, y en las que los fármacos no pueden actuar.
Para Julià Blanco, investigador del Institut d'Investigació en Ciències de la Salut Germans Trias i Pujol, quien también ha formado parte del estudio, "actualmente se están llevando a cabo ensayos clínicos con vacunas contra el VIH que combinamos con fármacos que permiten 'despertar' las células que se encuentran en estado latente".
Pero Blanco insiste: "Con el presente estudio demostramos que nunca tenemos que 'despertar' antes de haber eliminado la replicación viral, puesto que así, cuando apliquemos la vacuna terapéutica a personas VIH+, nos aseguramos de que el paciente tiene el sistema inmunitario bastante fuerte como para poder eliminar las células en el momento en que se despierten, evitando que tengan tiempo de producir grandes cantidades de virus".

Atender a los 'sin papeles' con VIH por la puerta de atrás

Excluidos de la sanidad

Alpha Pam, el inmigrante fallecido el pasado abril en Baleares por falta de asistencia médica, no es un caso aislado. Como él, muchas personas en situación irregular en nuestro país dependen de la voluntad de un médico, de una práctica fuera de la ley o de la política que se haya decidido aplicar en la comunidad donde resida. Y ni siquiera eso. En lugares como Madrid, Canarias o Castilla-La Mancha, cada centro es un mundo y recibir medicación para el VIH depende, en el mejor de los casos, de una burocracia que hace perder tiempo y eficacia al médico y que desincentiva al paciente. En algunos casos, y debido al decreto sanitario de abril de 2012, los enfermos viven situaciones similares a las que ocurrían en los años ochenta en este país, cuando un diagnóstico se equiparaba a una muerte segura.
"Las dificultades administrativas son muy grandes. Se ha acabado el Sistema Nacional de Salud", así de contundente se muestra Federico Pulido, médico adjunto de la Unidad de VIH del Hospital 12 de Octubre de Madrid. Y lo dice desde la experiencia vivida a lo largo de estos ocho meses tras la entrada en vigor del Real Decreto. Aunque en su hospital las personas seropositivas que ya estaban recibiendo tratamiento se siguen atendiendo, "los nuevos diagnósticos lo tienen muy difícil". Es muy aleatorio, porque a veces les hacen los papeles y otras veces no. Como los pacientes nos llegan derivados desde atención primaria, si allí no les quieren ver, no hay forma de derivarlos al hospital".
Por otro lado, se puede decir que aquéllos a los que les corresponde este hospital tienen más suerte que la de otros inmigrantes cuya zona hospitalaria en la capital es la de otros centros. "Aquí ha llegado una paciente que le correspondía el Gómez Ulla, que estaba siendo tratada allí y que, de un día para otro, le dejaron de dar el tratamiento porque le pedían que lo pagara", afirma Pulido.   

Un permiso de transeúntes

En Madrid, a pesar de que la Administración dice que nadie se ha quedado sin medicación, "hemos detectado casos en que no ha sido así. La mayoría de los que hemos gestionado sí ha logrado que se le administrara el tratamiento, pero con muchas trabas burocráticas. Esas trabas, a veces, han entorpecido tanto la ayuda que, para cuando la atención estaba disponible, el paciente ya había desarrollado sida o enfermedades oportunistas como tuberculosis", explica Jorge Garrido, al frente de la ONG Apoyo Positivo.
De hecho, la CAM aprobó unas instrucciones en agosto de 2012 por las que se garantiza la asistencia y el tratamiento gratuito a las personas con enfermedades de declaración obligatoria, siempre y cuando su proceso sea inferior a un año, es decir, la infección por VIH no estaría incluida en esta categoría, por lo que esta atención es facturable.
Hasta Apoyo Positivo han llegado muchos inmigrantes pidiendo ayuda para poder acceder al sistema sanitario. "Les conseguimos un permiso de transeúntes sin papeles y, con este papel, una tarjeta sanitaria eventual", que les abra la puerta a un centro de salud o a una consulta con un especialista.
Se estima que en nuestro país hay 459.909 inmigrantes en situación irregular, de los que entre 2.700 y 4.600 estarían infectados por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), según un informe del Comité de Expertos del Grupo para el Estudio del Sida (GESIDA) de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC).
De estos afectados, entre 1.800 y 3.220 conocerían su infección, y el 80% estaría recibiendo tratamiento antirretroviral, reza el informe. Con la salida de estas personas del sistema, las consecuencias pueden ser "múltiples e indeseables", señala el texto publicado en la revista 'Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica'.
Cada gobierno autonómico ha respondido a su manera ante esta normativa. Según un informe de Médicos del Mundo, publicado el pasado mes de noviembre, las comunidades donde más difícil está el acceso sanitario para un inmigrante sin papeles es en Aragón, Baleares, Madrid, Castilla-La Mancha, Extremadura, Cantabria, La Rioja, Murcia, y Canarias.

Burocracia y voluntad médica

El resto de comunidades hace 'apaños'. Por ejemplo, en Galicia hay un programa que se creó cuando salió el decreto que cubre a las personas con VIH, tuberculosis y otras enfermedades de declaración obligatoria. "Gracias al 'Programa de protección social' estas personas tienen acceso a la sanidad, siempre y cuando lleven empadronadas en la región seis meses", explica Carlos Varela, presidente de la ONG Lazos Pro Solidaridade, ubicada en el Ferrol y que se ocupa de dar a apoyo a las personas con VIH y de dar solución a problemas de exclusión social.
Como reconoce Varela, "no nos hemos encontrado ningún caso que no haya recibido tratamiento. Pero una persona sin papeles que desarrolle otra enfermedad no incluida en ese programa, lo tiene igual de complicado que en otras comunidades".
En Andalucía la situación parece más positiva incluso que en Galicia. Como explica Fernando Lozano, responsable de la Unidad de VIH en el Hospital de Valme de Sevilla, "aquí se ve a todos. La Consejería ha dado unas directrices claras de que se atienda a todos". Sin embargo, desde Médicos del Mundo se asegura que, a pesar de esas instrucciones, sí se están produciendo incidencias, como intentar facturar por una consulta, y que posteriormente se van resolviendo de una forma u otra en función de cada centro.
Poniendo a un lado las directrices de cada Consejería, en muchos casos el que una persona inmigrante acceda a su tratamiento depende de la voluntad y la actitud del personal que trabaja en el hospital. Bien lo sabe Pedro Montilla, coordinador de la Unidad de Seguimiento Cercano y Cuidados Domiciliarios del Hospital madrileño Gregorio Marañón. "Dentro del hospital intentamos sensibilizar a la gente, tenemos reuniones con el servicio de urgencias, implicando a todo el personal: médicos, administrativos, etc. Para que no ocurran tragedias como la de Mallorca", señala.
Este especialista explica que, aunque en su centro siguen tratando a los pacientes con VIH que ya estaban recibiendo medicación antes del decreto, su labor se ha llenado de trabas administrativas, "tenemos que hacer un montón de papeleo para seguir administrando los antirretrovirales". Además, cuando una persona llega por primera vez, "hay que rellenar un papel que certifique su riesgo vital, para él y para los demás, y es entonces cuando se le abre un número de historia".
El proceso para que un nuevo diagnóstico de VIH sea tratado puede llevar tiempo, por lo que algunas unidades acumulan medicación sobrante de otros pacientes para poder comenzar a tratar a estas personas. "No puedo hacer otra cosa, no puedo aceptar que un paciente se quede sin medicación, sería ilegítimo y antiético. Pero esto genera muchísimo estrés, para nosotros y, sobre todo, para los pacientes", afirma Montilla.
Por otro lado, si las personas que llegan a esta unidad no acuden por una enfermedad transmisible sino por otro problema de salud, "les hacemos entrar por el servicio de urgencias, les llevamos de la mano, para que se les abra una historia clínica. Tras una primera evaluación, a veces se establece un diagnóstico de sospecha, con el que conseguimos solventar el problema y el acceso del paciente. Pero cuando esto implica que la medicación debe dispensarse en la calle, en una farmacia fuera del hospital, entonces vuelve el problema".
Desde que se ha establecido como requisito indispensable la tarjeta sanitaria en las farmacias, esto ha supuesto otra barrera para las personas sin papeles. "Hay gente que se queda sin medicación si no la puede pagar", señala Montilla.

Compromiso olvidado

En septiembre del año 2000, "siendo presidente del gobierno José María Aznar", España firmó los Objetivos de Desarrollo del Milenio que fijaban el compromiso de "lograr el acceso universal al tratamiento de VIH/sida de todas las personas que lo necesiten". Y la nueva normativa supone todo un retroceso y "un claro cumplimiento de compromiso adquirido", recuerda el informe de GESIDA.
Según los expertos, la utilización del tratamiento antirretroviral ha demostrado disminuir el riesgo de transmisión por vía heterosexual de la infección por VIH en un 96%.
A causa de la nueva reglamentación, según exponen los especialistas en este informe, los pacientes inmigrantes a los que se les deniegue la terapia "se encontrarán en una situación similar a la vivida a finales de los ochenta", cuando un diagnóstico de sida suponía en un gran número de casos una sentencia de muerte.
Los médicos son conscientes de la gravedad del asunto. Saben que si una persona deja de tratarse su vida corre peligro, bien por la infección de VIH que derivará en sida o bien por una enfermedad oportunista, como un cáncer o una tuberculosis. Los especialistas afirman, desde que se hizo público el decreto, que si la sanidad no es universal no sólo está en peligro la vida del paciente sino la salud de muchas otras personas.
"En España, el programa de Salud Pública se ha dejado al azar. Nadie sabe qué está pasando. Las consecuencias las veremos a corto plazo. El Sistema Nacional de Salud tendría que tener controladas una serie de enfermedades independientemente del origen del paciente", se queja el especialista del 12 de Octubre.

 
Ángeles López | Cristina G. Lucio | Madrid
Actualizado lunes 03/06/2013 04:57 horas

Científico en Kenia logra eliminar el VIH en 2 infectados

Un científico keniano asegura a la comunidad médica que ha conseguido curar a dos infectados por el VIH, un virus mortal inmune a los tratamientos actualmente disponibles. El doctor Simon Barasa Situma, de la Universidad Técnica de Kenia, asegura que su nuevo tratamiento ha sido eficaz en cuatro de sus pacientes, dos de los cuales considera completamente curados, y que otros dieciocho que se encuentran en observación también muestran síntomas de mejora.
Las pruebas han demostrado que no son portadores del VIH, pero tenemos que seguir observándolos entre seis y doce meses más, como mínimo, para asegurarnos de que están completamente libres del virus”, explicó Barasa la semana pasada durante una presentación en la II Conferencia Mundial de Virología y Microbiología en Nueva York.
El tratamiento del médico keniano tiene como base el caso de Timothy Ray Brown, conocido popularmente como ‘el paciente de Berlín’. En 2007 Brown se convirtió en el primer hombre de la historia en curarse del VIH, lo que provocó un aluvión de pruebas médicas en todo el mundo, ya que los investigadores creían que la terapia podía aplicarse a otros pacientes.

Tomado de: http://noticiasencaliente.com/cientifico-en-kenia-logra-eliminar-el-vih-en-2-infectados/#ixzz2VCFgtkq4